AROMATERAPIA    

El más antiguo tratado de medicina (3.000 años a. C. encontrado en las ruinas de Nippur) enumera cierto número de plantas ricas en aceites esenciales utilizadas como medicamentos (Casia, Mirto, Tomillo, Soja...)
Posteriormente los egipcios, en sus Papiros Ebers con más de 900 remedios, describen los aceites esenciales como "unos elementos más caros que el oro y la plata".
La medicina romana, hebrea y griega incluyeron en lugar destacado las terapias con aceites esenciales, así como su utilización en los preparados de higiene diaria (masajes, baños, antisépticos ambientales...).
Actualmente, el avance en las técnicas de análisis y diagnóstico nos permiten utilizar los aceites esenciales con plena seguridad y efectividad.
De la misma forma que un olor desagradable puede provocar malestar, vómitos, mareos, jaquecas, cambios de carácter, los olores también pueden remover la memoria y evocar viejos recuerdos. El olfato es uno de los primeros sentidos que utilizan los recién nacidos, el olor de la madre, etc.
Los remedios en aromaterapia actúan por presencia del producto, cerca del paciente o difundiéndose en el medio ambiente. El cerebro recoge el mensaje y pone en marcha todo su arsenal de recursos naturales de curación bio-energética.
Los mensajes olfativos no pasan por el tálamo, van directamente a los centros de comportamiento, así pues, no se somete a la razón.
El aparato olfativo mantiene una relación estrecha con las estructuras nerviosas, provocando respuestas a nivel del comportamiento emotivo.


AZAHAR: Sedante, relajante, mareos, desmayos, histerias, predispone al sueño.

EUCALIPTO: Tos, catarros, asma, alergias, diabetes, expectorante muy indicado para fumadores, potente inhibidor del olor del tabaco.

HIERBABUENA: Tónica y estimulante, náuseas, dolor de muelas, facilita la digestión, potente inhibidor del olor a tabaco.

JAZMÍN: Potente inhibidor de olores desagradables trastornos emocionales, mejora el estado de ánimo.

LAVANDA: Dolores de cabeza, antidepresivo, reumatismo, desórdenes cardíacos, padecimiento de hígado.

LIMÓN: Refrescante, diurético, desinfectante, adelgazante, hemorroides, varices, circulación sanguínea y linfática.

MANZANA: Regula las funciones intestinales, hipertensión, enfermedades del riñón, gota, aumenta la memoria, antipolilla.

MEJORANA: Antironquidos, gradúa la temperatura, favorece el sudor, fortalece los nervios, dolores musculares.

NARANJA: Crecimiento, convalecencias, anemia, cansancio, enfermedades infecciosas, fortalece el corazón, inflamación de encías.

PINO: Insomnio, bronquitis, sinusitis, vigorizante, desinfectante de gérmenes nocivos.

ROMERO: Energético natural, dolores musculares, hemorroides, tensión baja, trastornos circulatorios, lumbago.

YLANG-YLANG: Eleva el tono moral, clarifica la vista y estimula las apetencias sexuales.


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